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Carpe

Vida y obra

Hernández Carpe:
una vida corta con una obra inmensa

El pintor Antonio Hernández Carpe nace en la localidad murciana de Espinardo el 8 de junio de 1921. Pronto se descubrió en él el germen de un buen dibujante y pintor; su obra juvenil en el entorno universitario de su época así lo demuestra.

En los años 40, tras el episodio trágico de la guerra civil, se traslada a Madrid y realiza estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y sobre todo conecta con el mundo intelectual de ese tiempo; escritores, arquitectos, pintores y escultores son sus amigos.

En los años 50 marcha a la Academia Española en Roma con una beca oficial. A partir de ahí su figura se engrandece con una portentosa actividad muralista por toda la geografía española, compatibilizando con una excepcional obra de caballete; se convierte así en uno de los artífices más importantes, en varias disciplinas, del arte español del siglo xx, tan contundente en la historia plástica.

Antonio Hernández Carpe muere inesperadamente en Madrid en noviembre de 1977 dejando una portentosa obra mural complementaria de su fértil y hermosa obra de caballete.

Carpe una vida corta con una obra inmesa
Mural de RNE y Carpe pintándolo

Recordamos a Carpe con citas de grandes artistas y amigos

"Parece un muchacho de la huerta, de Espinardo, su pueblo madurado en cualquier oficio campesino o rural. No es gratuita ni mera retórica esta apelación al ruralismo de Carpe cuando se recuerda que a él le gusta haber sido lo que fue, le divierte parecerlo, subrayar su figura originaria con el gusto, la palabra y el atuendo del hombre de pueblo…aunque todo suavemente conjugado con los correctivos añadidos de la edad, del refinamiento del arte y su propia educación estética y vital.”

Gaspar Gómez de la Serna

A propósito de su muralismo escribe Salvador Jiménez: “yo no tenía miedo de que se cayera del andamio- como Celina su mujer- pero sí de que dejara vacío el caballete".

Salvador Jiménez

"¿Qué pintaba Carpe? Girasoles y cabras, caballos de tiovivo; los circos como auroras de la tarde estrellada, un renovado mundo más limpio y decisivo, donde los balnearios del Mar Menor surgían del viejo lago en flor entre peces dorados…los rostros de muchachas, la lucidez del mundo".

José Mariano González Vidal

"Una pintura, la de Carpe, que Castillo-Puche dice: que toda tiende hacia lo circular, lo anillar, la redondez, la esfera, la rosada tentación de la manzana, la redonda pero roja cresta del gallo con sus picos afilados como un sol de fuego, el flamante corazón del lebrillo, de la tinaja, del pozo, del tonel, los ojos de oro y de luto de las cabras, el pensativo ojo del mújol del Mar Menor, los relojes de sol de los girasoles, el oro pálido del pezón de los limones, el colgante símbolo masculino de los higos".

Castillo-Puche

Biografía

Hernández Carpe